Cuando el universo es tan amplio, tan infinito y tan disponible, tenemos la audacia de afirmar que cualquier luz es un OVNI. Tal vez necesitemos creer que en otros planeta hay vida extraterrestre y que no somos los únicos o tal vez, simplemente, no podemos aceptar la realidad de que la rueda es redonda.
El universo de Internet nos facilita enormemente el acceso a lugares antes inalcanzables. A servicios inimaginables y a conocimientos tan deseados como indeseados.
Recuerdo la frase de un gran profesor cuando empezábamos con la primera formación sobre búsqueda bibliográfica: “el que no sabe lo que busca, no sabe lo que encuentra”.
Y podríamos darle la vuelta a esta frase y afirmar: ”buscamos aquello que queremos encontrar”.
El diagnóstico de escoliosis es, en ocasiones, duro, chocante, frustrante, frío, inentendible o no aceptado. Su etiología para los profesionales hoy en día, en lo concerniente a la escoliosis idiopática, es parcialmente desconocido o parcialmente conocido. ¿Vaso medio lleno o medio vacío?.
Día tras días conocemos más y más sobre su origen. Origen estudiado por muchos investigadores como Burwell o Stroke. Investigadores de renombre mundial que entregan su talento, ofreciendo lo mejore de ellos, de sus equipos y de las instituciones en las que trabajan, para ayudar a los pacientes con escoliosis. También por otro lado, encontramos en Internet, pseudocientíficos que afirman haber encontrado el origen de la escoliosis y generan hipótesis tan difíciles de demostrar como de negar.
Podríamos afirmar que en otra galaxia existe vida similar a la nuestra. Es una hipótesis que necesitará ser comprobada o negada, pero que no se pueda negar no puede servir para decir que es válida.
Esto sucede con la escoliosis. Internet es tan amplio y tan diverso que podemos encontrar todo tipo de información que responda a aquello que estamos buscando, a aquello que queremos encontrar, sin plantearnos si esa información tiene algún respaldo, alguna veracidad, alguna evidencia.
En ocasiones me pregunto:
¿Cuánta información nos ofrece Internet? ¿Cuánta desinformación?